En los inicios del siglo
XV hubo una gran expansión del tráfico marítimo, se establecieron
rutas entre occidente y oriente, bordeando la costa africana, y este
notable avance se debía a la puesta en uso de instrumentos tan
importantes como el astrolabio, y como no, de los mapas. Es
importante resaltar que por otra parte, los científicos de la época
intentaban comprender y hallar soluciones a la complejidad del
universo, y al por qué de los sucesos, esta ciencia es la
astronomía, y también había cobrado importancia en la época la
astrología, una pseudociencia que se basaba en la astronomía y cuyo
fin era determinar el futuro.
Pues bien, con el desarrollo de la astronomía y la exploración
marítima, estrechamente ligados, se necesitaban hacer cálculos cada
vez con números mayores, y con estas operaciones la probabilidad de
cometer errores aumentaban mientras que lo que se pretendía era una
precisión bastante alta. Siglos
antes, Arquímedes había escrito una obra llamada Arenario, en donde
calculó el número de granos de arena que se tendrían que usar para
llenar el universo, lo que le había llevado a trabajar con números
bastante grandes, por ello se refería a los números utilizando el
concepto de órdenes, "números de primer orden", "números de segundo
orden"... Arquímedes dejó caer de pasada que la suma de los órdenes
de varios números se correspondía con el orden del producto de
dichos números, y éste es el principio en el que se basarán los
logaritmos. Número de orden 3 x Número de orden 3
= Número de orden 6 (3+3 , se han sumado los órdenes)
1.000x1.000= 1.000.000 Esa es la comprobación de
que el producto de dos números de orden 3 es un número de orden 6.
Podemos explicar el concepto de orden como la potenciación en base
diez.
El concepto de logaritmo se deberá al suizo Jorst Bürgi y su
nombre tiene un significado muy explicativo: logaritmo significa
“número para el cálculo”. El escocés John Napier (en la foto de la
izquierda) enseguida lo aprovechó para publicar en 1614 su obra
“Mirifici logaithmorum canonis descriptio” (descripción de la
maravillosa regla de los logaritmos) con las primeras tablas de
logaritmos para el seno y el coseno de un ángulo a intervalos de 1’
y con siete cifras, la idea es que trabajar con el exponente de
potencias es mucho más fácil. y la base de las potencias suele ser
10 o e, un número de mucha importancia.
El trabajo de Napier llega a Kepler, quien lo usará en sus propias
investigaciones. Desde
entonces los logaritmos han sido un método de cálculo de renombrada
importancia, y hasta hace poco se seguían creando y usando tablas de
logaritmos, hasta que la función fue implantada en las calculadoras.
Gracias a los logaritmos, como veremos más adelante en
aplicaciones , se han creado modelos
matemáticos que explican con elevada precisión fenómenos naturales. |